viernes, 27 de marzo de 2015

Fugas inversas (al «Arte de la fuga» de Vicente Valero y a modo de homenaje)


La del pastor de Ribatejo. Filósofo. Analfabeto. Soñó un día con la existencia de quien le escribiera sus pensamientos. Prefirió un poeta. Que hubiera viajado, pero no un viajero. Lisboeta, culto. Que hablara lenguas tan extranjeras como las que él comprendía al oír la naturaleza. La del ebanista de Tubinga que soñaba con alojar en el cuarto que daba al río a un poeta que al cantar la majestuosidad de los bosques le perdonara que convirtiera sus árboles en muebles. Aunque ese poeta fuera un loco. La de la amada que sueña con versos verdaderos escritos por un carmelita. Descalzo.