miércoles, 26 de octubre de 2016

1971-«Almoneda»


Ha viajado durante la noche en un desvencijado convoy de incierto destino. Despeinado y arrugada la ropa despierta en una estación más grande que su aldea. Pablo lleva una dirección en el bolsillo, pero ninguna guía donde buscarla ni conocido que le espere. Ahí está, mojándose el pelo frente a un espejo en los servicios y abotonándose hasta el cuello la camisa, que ha planchado cuidadosamente con la mano. Y al atardecer suena la campanilla dieciochesca en la tienda anticuaria. Atildado y lacónico, el dueño, don Rainer Maria Rilke, le desengaña: Ha tenido lugar esta mañana la almoneda de ángeles.