domingo, 30 de octubre de 2016

1973- «Algo de fiebre»


Un haz de luz. Rabindranath Tagore, el acomodador del cinematográfico, va y viene. Aun con la linterna apagada, en la barba blanca reverberan los colores que devuelve la pantalla y su destello refulge en la oscuridad. Cuando lo enciende, su foco silencia, amonesta, irrumpe. Separa en dos bandos lo que exige disociarse. En la sala, el espíritu; la realidad, en la calle. En el palacio de los sueños todos le respetan, salvo aquel joven espigado y melancólico, Sandro creo que se llama, o lo llaman, que allí donde se siente solo importa lo que, al ocurrir, deja manchas de sudor.