jueves, 12 de octubre de 2017

Coro de ausentes | JILGUERO


De las palabras que ha sembrado
la escritura en macetas
nacen días o noches,
un tiempo tan fugaz y evanescente
como las frases que germinan son
difíciles de concretar.
Un sin tiempo, mejor,
y un sin significado que se unen
para trenzar antiguas
umbrías en lo que una fuente escribe.
Un no tiempo y un no lenguaje.
Un sentido que solo reconozca
acaso quien lo vio nacer.
O que ese nacimiento sea
su único sentido. Una manera
de comprender la vida en el vivir.
Una forma de estar aquí,
a solas, pero junto a los demás.
Cerca y más lejos.